Yenifer Carolina Pérez Quintero

 
 

Me pidió que de ella escribiera, una linda muchachita y yo no puedo negarme, siguió la instrucción descrita.

Pero la conozco mucho y con ella no será igual, haciendo gala de esto, un cuento voy a contar.

Érase una familia con padres en constante riña, que creyeron mejorar su situación si tenían una niña.

tenían dos hijos hombres con dos años de diferencia pero sin tener la niña, a la vida no le encontraban esencia.

El padre le tenía nombre: Yenifer Susana Carolina; y para poder cambiarlo, la madre entabló otra riña.

Yenifer Carolina acordaron y ambos quedaron satisfechos, pero de ahí en adelante vendrían los más duros hechos.

Nació en una gran ciudad de verraquera sin fin, una metrópoli en Colombia, la ciudad de Medellín

Con tan solo dos añitos, vivió una separación pero con sus hermanitos, sufrimientos no pasó.

Uno le daba la compota, el otro se la comía, pero por lo cachetona, de eso nadie se percataría.

Era una niña hermosa como no la imaginas tú, y por toda su ternura la apodaban la pequeña lulú

Entre todos los hermanos, era ella la más mimada, en todo momento tenía lágrimas en la mirada

Era algo insoportable que por todo ella llorara, pero había la esperanza que en el futuro cambiara

Inteligencia sin par era su mayor cualidad, pero el destino la formaría en carácter y tenacidad

hasta su adolescencia andaba con su hermana menor de la mano, jugando y poniendo quejas de lo que hacía su hermano.

Parecía un machorrito  en todas las calles jugaba, brincaba, jugaba yeimi y en árboles se montaba.

Becas y reconocimientos ganaba por su talento, que a los 14 dejó de lado por tener un bebé dentro.

Sufrió creyendo que sería difícil ser desde tan jovencita, de un niño llamado Santiago, la adorada madrecita.

Pero justo un año luego no aguantó la regañina, cuando ya estaba naciendo la otra niña, valentina.

Y unos pocos años luego, nacería Samuelito, y ni modo de juzgarla, eso nunca es un delito.

Fue una tarea difícil la que se le vino encima, debía criar a tres hijos y criarse a ella misma.

Pasó unos años envuelta en un cruel capullo oscuro,  pero en “Los perros del flaco” empezó su trabajo duro.

Y de un momento a otro cambió de la noche al día y se volvió vendedora y consiguió autonomía.

Y ella terminó la escuela y se hizo administradora, además de ser buena amiga y una gran motivadora.

Ella contagia multitudes fue líder innata siempre, que argumenta y argumenta hasta que al fin te convence.

Tiene un carácter muy fuerte contrario a su corazón, al que con duras corazas le genera protección.

Si una palabra buscara para definir lo que ella es, después de mucho pensarlo sería GUERRERA, tal vez.

Al pensar que es lo que a diario la acompaña a ella en su vida, el Facebook no la abandona, la esclaviza todo el día.

Ella sabe que la adoro y que a su sombra me encuentro, para apoyarla y darle ánimo en los más duros momentos.

Todos los días madura en lo que ella se propone y le espera un gran futuro un porvenir muy enorme.

Este cuento  no termina y aunque tuvo inicio gris, yo tengo la gran certeza  que el final será FELIZ.

Te amo mucho hermanita, que Dios te bendiga siempre, me alegró tu petición y esto quedará en mi mente.

La consigna continúa, y el que quiera ser el siguiente, que me diga, que me escriba o lo pida públicamente.

 

22/01/15