Viaje al ego


Emprendi un camino hacia lo más hondo de mi ser y una voz me decía:  ¡vamos que nada te puede detener!


Me encontré prontamente con el temor y quise renunciar para no sentir dolor, pero la voz repitió fuertemente en mi interior: ¡no te detengas vencelo tú eres el campeón!


Encontré obstáculos desconocidos, cosas que se caracterizaban por su rareza y allí mi voz me habló con más fortaleza


 me dijo: lo desconocido nunca te ha detenido ¡continúa, no te des por vencido!


cuando me sentí desfallecer, noté que la voz se hizo fuerte, buscó el recinto de mis valores y en el viaje se puso al frente.


Vi como encarceló la humildad, el respeto y la paciencia y puso enfrente de sí, la soberbia y la arrogancia.


Cuando me recuperé intenté tomar el mando, pero ya no era capaz ya me estaba dominando.


Dejé que la voz siguiera su camino sin mí y me metí en la celda en que estaba la humildad, en ese momento frené mi camino y sentí en mi corazón Piedad


Pensé, razoné y entendí que esos afanes no me hacían feliz y que era paso a paso que este viaje debía proseguir


Tranquilo, volví a emprender mi camino y un poco más adelante encontré solitaria a la voz; pero ya no estaba fuerte, su apariencia era atroz.


Entendí que era el fin de mi recorrido hacia dentro de mi ser y que esa voz que me acompañaba era mi ego y lo debía conocer


Era él quien estaba en mis temores y me desbordaba al actuar, ahora en mi vida sólo me alienta y nunca más me logrará dominar.


matefranklin 17/02/2020

@tintaplumayletras